Por: Gabino Martínez Guzmán.
En 1988 hubo otra alianza en Durango. Esta vez fue entre el PAN y el PRI, para ser más precisos, debemos asentar que fue entre Ismael Hernández y el PAN.
En ese año se disputaban la gubernatura del Estado de Durango el Lic. Guerrero Mier por el PRI, Rosario Castro Lozano por el PAN, Gonzalo Yáñez por el PT y Máximo Gamiz por el PRD. Al gobernador Maximiliano Silerio se le desprendió del PRI el Dr. Máximo Gamiz, quien fue postulado por el PRD, pero no pudo fracturar al PRI, pues solo se trajo pocos votos del priismo. A Silerio le preocupaba que el PT con Gonzalo le ganaran al PRI. Por ello dividió al PT haciendo miles de maniobra$ para evitar que este partido se aliara con el PRD.
Gonzalo hizo una mega-campaña, inició en forma impactante, pero se le acabó la gasolina antes de llegar a la meta. Fue como un triquitraque, un cohete aparatoso pero sin efectividad. Claro, tenía en el lado contrario a dos de los mejores políticos que ha tenido Durango: al Lic. Guerrero Mier y Maximiliano Silerio Esparza. Eran dos viejos lobos ricos en experiencia, tretas y todas las mañas, del arte de la política electorera, que hicieron que a Gonzalo se le acabara el aire a la mitad de la contienda. Sin embargo, logró arrastrar a un hombre sin nombre que el PT sacó de la manga; sin trayectoria política, ni dentro ni fuera del partido.
No obstante, el PRI y sobre todo el PAN tenían temor de que el PT, continuara evacuando en la joya más querida de los patriarcas de Durango. El PAN postuló a un buen hombre pero de paja, que jugó el papel de ingenuo sin saberlo, el Dr. Federico Karthe Escobedo. Por su lado el PRI postuló a su mejor carta, al joven Ismael Hernández Deras, que ya había sido diputado local, diputado federal y presidente del CEE del PRI. Joven que se le veían dotes naturales para la política. El PT a su vez su abanderado fue el señor Arturo López Bueno, mientras que el PRD salía con Soledad Ruiz Canaán.
Esta vez los panistas actuaron en forma sórdida y tenebrosa, pues en lo obscurito y a espaldas de sus órganos internos de decisión, pedían el voto para Ismael Hernández Deras; pero lo hacían a sotte voce en una operación hormiga. El pobre de Federico se quejaba antes y después de las elecciones que le daba mucha tristeza ver como los panistas más connotados invitaban individualmente a los militantes del PAN a votar por el priista Ismael.
¿Como calificaría usted esta conducta de los priistas? ¿habilidad política? ¿corrupción? Donde dejaron los principios, "la doctrina" y la decencia. Claro, en ese tiempo el jefazo del PAN era Don Salvador Salum, a quien Silerio coptó a tal grado, que estuvo a punto de expulsar a Rodolfo Elizondo cuando este hizo unas acusaciones fuertes contra el gobernador Silerio.
El bueno de Federico Karthe tan solo obtuvo 23,223 votos, cuando en esos tiempos el voto duro del PAN alcanzaba un nivel mínimo de 40 mil votos. Claro, los panistas habían votado por Ismael que en esos comicios obtuvo 75,396 sufragios. A López Bueno logró arrastrarlo Gonzalo y obtuvo 50,720 votos; Los 20 mil votos que le faltan al PAN para completar el promedio de 40, 45 mil votos del PAN, fueron a dar a las ánforas del PRI.
Por estas razones y por otras más, en el 2010 el PT hizo una alianza con el PRI, pero en lo obscurito y en metálico. De qué quejarse pues, entre gitanos no se vale la buenaventura.
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