viernes, 8 de julio de 2011

EL FESTIN DE LAS PIRAÑAS

Por Gabino Martínez Guzmán

Hoy, los priistas andan de fiesta. Ganaron con holgura tres entidades: el Estado de México, Coahuila y Nayarit. Ya se sienten en los pinos, sobre todo la versión política de la Coca-cola, el pequeño Peña Nieto. Hace seis años sucedió lo mismo, nada mas que el candidato del PRI del Estado de México, era el pequeño Peña. Tal euforia hizo que Roberto Madrazo expresara: “ya tenemos medio cuerpo en los pinos”.

Nada mas que Madrazo veía el trasero del PRI y no el frente, y confundió uno con otro, iban saliendo y pensó que venían entrando, el PRI aun no acaba de salirse y debe irse, deben dejar ese espacio por el bien del país. Unos deber unirse al PAN y el resto quizá formen un nuevo partido, pero jamás convertir este pobre país en un bipartidismo made in USA. Pues sería tan falso como la democracia que vivimos y la paz que padecemos.

Los EU al igual que el PRI y el PAN quisieran hacer de México una réplica de la vida electoral de los Gringos. Por lo pronto ya uniformaron al PRI y al PAN. Ambos aplican la misma política económica con ligeras variantes muy matizadas.

En este contexto, la izquierda es el tercero incómodo, ambos son enemigos de la izquierda y la quieren aplastar. La gente de la izquierda debe tener una visión muy clara de la coyuntura actual. El PRI y el PAN son enemigos de la izquierda. Esos partidos harán y están haciendo hasta lo imposible para borrar a la izquierda del escenario político electoral.

Sin embargo, esto no quiere decir que se enfrente al mismo tiempo a sus dos enemigos. Pues pelear en dos frentes en forma simultánea la derrota es segura. La izquierda debe unirse toda, y una vez aglutinada escoger cual de los dos siameses debe desaparecer o disminuir. Para ello debe aliarse con alguno de loa dos. La alianza es impostergable, pues esta situación privilegiada no se nos presentará dos veces. La disyuntiva es: o desaparecer á cualquiera de la dupla, o la izquierda se reducirá al mínimo.

La votación de la izquierda en el estado de México, en Coahuila y en Nayarit se puede repetir en las elecciones presidenciales del 2012. En particular en Nayarit y en Coahuila la votación de la izquierda fue ridícula.

Si en el 2012, el PAN ve que no le favorecen los votos, dará un golpe de estado; no por nada trae a los militares en la calle y quiere promulgar la ley de seguridad, barnizar con cierta legitimidad el golpe de mano. Es responsabilidad de la izquierda tratar de evitar la posibilidad de ese escenario fatal. No debe omitirse, que la situación del México actual no es la del 2006. Quien no es capaz de ver esta realidad, sufrirá caídas y recaídas.

Si en las elecciones estatales antes referidas, la izquierda se hubiese aliado con el PAN, hubiera tenido posibilidades de ganar, ya que la unión de dos partes es más que la suma de dos. Las expectativas factibles de ganar, hace que muchos abstencionistas se decidan por esa posibilidad. Si la izquierda se hubiere unido al PRI, hubieran aplastado al PAN. Es remota la posibilidad de que el pueblo se inclinara por la parte débil enfrentando a dos contendientes fuertes.

Sea cual sea el aliado, de lo que se trata es de fortalecer la izquierda y creo que saliendo sola no se lo logra, al contario se encogerá.


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