Gabino Martínez Guzmán.
Porqué celebrar la consumación de nuestra conquista que la festeje el conquistador pero no el conquistado; por este simple hecho nos hace suponer que la conquista está vigente.
El mismo nombre Durango es un nombre ajeno, nos cubrimos con un ropaje ideológico alquilado. La gente de estos lares necesitamos empezar creando su propio nombre para poder tener identidad, para poder sentirnos, nosotros, seguros de sí mismos, de nuestra cultura y nuestros valores.
Incluso, hasta el mismo escudo de armas de gobierno del Estado es de España, ese símbolo a nosotros no nos dice nada porque no brotó de nuestra práctica histórica, nos lo pusieron como se pone un fierro de errar a un animal. Y lo tiste es que todavía hay "duranguenses" que se desgañitan aseverando que los elementos de ese escudo debe ir en tal o cual forma. Así como hay quienes quisieron levantar un monumento al conquistador, lo que equivale a adorar los símbolos de la servidumbre, revalorar la esclavitud y la aristocracia. Esas personas son unos pobres parias huérfanos de cultura y hasta de neuronas.
Nosotros no sabemos quiénes somos, ni somos indios ni españoles, ni negros, somos la mescla de esas tres culturas o razas. Necesitamos hacer, para ser. Los indios tienen idioma y cultura. Los negros igual, aunque es mas oralista. Los españoles, tienen toda la cultura europea, están occidentalizados. Nosotros en cambio, solo tenemos una mezcolanza proteica, cuyos perfiles no acaban de cristalizar y apenas delinean un ligero esbozo de algo. De ahí se deriva nuestra orfandad, el afán imitador de modas efímeras. Debemos empezar por quitarnos el coraje hispano y crear nuestro propio idioma, como se crearon las lenguas romances a partir del latín.
Nos cubrimos con los harapos de las tres culturas, es cierto pero a partir de ahí, debemos construir la nuestra, la cual debe distinguirse per se, de aquellos que nos sirven de basamento. Mientras no hagamos esto, no creceremos, seguiremos siendo los hijos bastardos de los españoles, de los indios, y de los negros. Ninguna de estas culturas nos aceptan, no nos admiten, nos desprecian por instinto, somos seres extraños a su ser. Y si no nos hacemos, vamos a desaparecer. Tan negativo es ser o creerse hispano como pretender imitar a los anglosajones, para quienes siempre seremos unos marranos o en el mejor de los casos, simples pochos. Hay algunos hispanos que nos dicen que para ser español, se necesita ser antes homínido.
Los mexicanos hablamos el español o castellano, lengua de un pueblo extraño que además de conquistar nuestra tierra y nuestras riquezas, nos conquistaron la mente, con su lengua sus conceptos, su cultura, ciencia y tecnología.
El color de nuestra piel es morena, pero nos expresamos con una lengua de blancos, tenemos una cultura postiza, prestada. Necesitamos crear nuestra propia cultura y tecnología, el lenguaje el pueblo lo ira construyendo poco a poco.
Este mestizaje, este rechazo de los pueblos progenitores y el hecho de pensar con palabras prestadas, es lo que determina que el pueblo de México sea inestable, inquieto, pasionales o pasionarios.
Tanto el idioma español como el ingles para nosotros son lenguas extranjeras, y ahora el colonialismo cultural empieza a ser remplazada por la cultura gringa, a la cual si le quitamos la cultura europea, vemos que es pura chatarra, una cultura plástica. Para usarse y tirarse.
Urge crear a todos y horas y todos los días una cultura nuestra con nuevas palabras, nuevos conceptos, con un sentido del gusto y una música que nos llegue al inconsciente colectivo y no un gusto artificial, creado a partir de repeticiones y repeticiones en la radio y en la televisión. Empecemos a ser...
No hay comentarios:
Publicar un comentario