LA SUERTE ÉSTA ECHADA

Por: Gabino Martínez Guzmán

Aispuro podrá ser gobernador. No se trata de deseos personales, son los anhelos de miles de duranguenses que ya no quieren asesinatos, secuestros, violencia, impunidad, corrupción y robos. La gente quiere trabajo y paz. Ismael nos dio una de las administraciones más pobrecitas y deficientes que se han visto en Durango. Mucho brillo y nada de substancia. Siguió el consejo de don Armando del Castillo Franco: “gobernar con pendejos”. El candidato de Ismael nos va a dar más de lo mismo, matanza, sangre, demagogia, ficción, cuentos, espejismos, robos, fraudes, podredumbre, mucho circo y poco pan.

Lástima que un hombre con grandes cualidades como Ismael, no tenga la experiencia que da la vida para conocer a los hombres y saber distinguir a los vividores de los que en verdad desean contribuir con un granito de arena en la construcción de Durango. Se rodeó de tres bandas: una de inútiles, otra de narcisos y una de ladrones; ojalá y tenga suerte en estos últimos días de su administración y no lo vayan a crucificar.

Hay un deseo a gritos de cambiar las cosas, pero esas aspiraciones hay que transformarlas en acciones. Ya sabemos que la campaña electoral real no la hace el candidato sino el gobernador y sus presidentes municipales. Al Ejecutivo Estatal y a los municipales hay que tenerlos sentaditos en sus oficinas. El gobernador tuvo cinco años para realizar su programa y que ahora no quiera hacerlo en tres meses. Lo que debió hacer ya lo hizo o debió de haberlo hecho. Si quiere andar de rancho en rancho hay que pararlo, para eso se requiere que la gente se movilice y le exprese con toda decencia y en forma que no nos quiera ver la cara de pendejos, que se esté en su oficina; que la campaña la haga el candidato. Si no atiende ese llamado que el pueblo tome las medidas necesarias y adecuadas para evitar que haga campaña. Si no se logra desmovilizar al gobernador, será una contienda desigual, porque serán dos candidatos contra uno. ¡Hay que parar la campaña del gobernador! Si la coalición no logra ese objetivo ya habrá perdido la mitad de la contienda.

Hay otra cuestión que puede debilitar la coalición. La disputa por la posesiones. Ya sabemos que los políticos son las creaturas más descompuestas de la sociedad, pero caray, cuando menos una vez en su vida pórtense a la altura de las circunstancias. Si empiezan a pelearse como pirañas por los cargos políticos, ustedes creen que vamos a confiar que en realidad desean la superación y el bienestar de Durango. Los votantes van a pensar que lo que quieren son puestos y que Durango les importa un pito. Y que vale más cabritos conocidos que cabrones por conocer.

Vamos a suponer que la coalición se deshace, Aispuro y el PAN se las verían muy forzados para ganar. El PAN tendría sus cinco diputados plurinominales, dos el PT y dos el PRD. El PRI se consolidaría con un Estado más para la contienda del 2012. La gente se reiría de Calderón y de los panistas, porque no son capaces de ganar ni un Estado de tercera como es Durango.

En cambio, si la coalición no se divide y funciona como una máquina arrolladora, quien va a ganar el Estado es el PAN, no va a ser el PRD, ni el PT, ni convergencia. El PAN le estaría arrebatando un Estado al PRI. Si esto no lo entiende el PAN duranguense mejor que se dediquen a vender pepitas. Claro que los panistas argumentan que ellos tienen más votos que la izquierda y que el ejecutivo lo va a ganar Aispuro, y la capital, el PT y ellos algunos diputados. O sea, que afirman que casi no van a ganar nada. ¿Ustedes creen que si gana Aispuro se va a declarar priista? Claro que no, Aispuro ya se fue al PAN y el Estado va a ser panista. Ahora si la coalición gana desahogadamente, también puede lograr el control del Congreso del Estado y lógicamente el Presidente de la Gran Comisión sería panista. Convergencia y el PRD deben exigir que la presidencia municipal sea para Gonzalo.

Si la izquierda únicamente va a obtener los mismos diputados que siempre ha tenido, jamás podrá incidir en el rumbo del Estado. Todo se dejará a la buena voluntad de Aispuro y del PAN; no se olvide que donde ha gobernado éste no gobierna para el pueblo. La izquierda necesita la posesión de un espacio concreto donde pueda incidir con una política popular. Los panistas se están viendo muy leoninos. Están actuando como la zorra de la fábula sumeria, que se orinó en el mar y dijo: “toda el agua es mía”.