miércoles, 3 de marzo de 2010

UNA PROMESA ESPECIAL

Por: Gabino Martínez Guzmán

La prensa y demás medios de comunicación conforman la opinión pública del pueblo. Son creadores de consensos cuyos efectos deben beneficiar a la colectividad. Por el consenso el hombre actúa, decide y opina. El principal interesado en crear la opinión pública es el gobierno; en particular los funcionarios incompetentes y corruptos. Con el control de los medios de comunicación estos malos funcionarios hacen que el pueblo vea blanco lo que es negro; el corrupto aparece como benefactor, y el inepto, como un gobernante eficiente.

El gobierno utiliza dinero de nuestros impuestos para que hablen maravillas del gobierno y no le descubran sus raterías. Por ello, el gobierno de hecho prohíbe la libertad de expresión, la libertad de prensa. Por orden del gobernante se decreta la censura, que es la medida más nociva que puede padecer una sociedad, porque con ello, se castra a los escritores, a los periodistas y a los pensadores. No se hace crítica al gobierno y por ello nos han llevado al despeñadero.

Un periódico no puede sostenerse con la venta de sus ejemplares, sobretodo en una ciudad como Durango donde se lee poco. Pero la sociedad necesita estar informada, porque si no hay información se abre las puertas al rumor y al chismorreo que degenera y descompone el tejido social.

Por ello, la prensa es una necesidad para la cohesión de la sociedad, pero los consensos deben darse no por la censura, sino por la síntesis de la crítica. Escuchar puntos de vista diferentes y de ahí sale lo que mejor le conviene a la sociedad. La prensa hace la opinión pública y ésta es igual de importante que la educación.

Convencido de esta necesidad, prometo luchar para que se decrete un subsidio a los medios, de acuerdo al raiting y circulación de cada uno de ellos. Pero debe ser un subsidio que se haga público, así como el que se otorga a los partidos políticos. Se deberá crear una comisión para que valore cuáles medios operan con toda profesionalización y seriedad para que se hagan acreedores al subsidio.

Esta concesión no es un dispendio, porque de cualquier forma el gobernador apoya económicamente algunos periódicos, pero lo hace como una dádiva personal, por cuya prestación están obligados a hablar bien de él, pues de lo contrario, se lo suprimen. Y los propietarios de los periódicos tienen que pedir disculpas y perdón por la crítica que se les escapó para que vuelvan a otorgar el subsidio que les dan a escondidas, como si fuera algo pecaminoso o una gracia del gobernante.

En un gobierno del PT, la prensa tendrá un subsidio, porque son instituciones que le otorgan un servicio a la comunidad. La sociedad requiere una prensa libre, crítica, de calidad y responsable.

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