Por: Gabino Martínez Guzmán
“En este país, solo puedes creer la mitad de lo que escuches… y nada de lo que veas”. Esa es la opinión que tiene Andrés Oppen Heimer de nuestro país, y no está muy alejado de la realidad. Los panistas dicen que hay un empate técnico en la encuesta entre Gonzalo y Rodolfo Dorador. Pero no muestran la encuesta ni la empresa que la realizó. Los panistas quieren que creamos en su palabra, como si fuera la palabra de Dios. Si la mejor encuesta puede resultar engañosa, con mayor razón la palabra de un sujeto interesado. Dice Paul Halpern en el libro “Historia de la predicción” (p. 274), que no podemos predecir el comportamiento de la gente porque el hombre es impredecible y pueden surgir acontecimientos que lo hagan cambiar de opinión. Estos c… panistas todavía piensan que nos pueden cambiar espejitos por oro.
La realidad es que los panistas son unos aficionados de la política, pero no son políticos. A usted le puede gustar el box o el futbol, pero del hecho de que le guste a que lo practique, hay un mundo de diferencia. Si lo duda haga la prueba, sobre todo a nivel profesional.
En mi tierra había un presidente del comisariado ejidal que siempre ganaba las elecciones. Se valía de mil artimañas y al final hacía el cómputo ya en la noche, en un salón que carecía de luz eléctrica y se alumbraban con dos o cuatro velas. Cuando se veía que iba perdiendo y ya faltaban pocos votos por contar, repentinamente y a la brava apagaban las velas y recogía las ánforas, y casi gritando les decía: mañana continuamos con el cómputo. La gente pataleaba, gritaba, pero como traía un séquito de empistolados no pasaban de los gritos. Al día siguiente, muy temprano citaba a los interesados para continuar el cómputo; y desde luego, que ganaba con facilidad. Afuera del salón ya estaban apilados los cartones de cerveza y carne asada, y pronto los descontentos con un six-pac se les bajaba la bilis…
Así quieren hacerle los panistas con esto de las encuestas del municipio de la capital. Dicen que ya ganaron, y si ellos lo dicen, debe ser cierto, porque son la voz de Dios. ¡Ave César! Nada más falta que estos caballeros den a conocer los resultados en latín o provenzal.
Después de la nominación de Herrera Caldera, al PAN no le importa perder la elección a Gobernador a Durango. Con los votos del PRI y con los que le aporte el PAN, Herrera Caldera tiene amarrada la gubernatura. Quizá alguna persona piense que estas elucubraciones son simples soliloquios de un desvelado. Pero hay que leer la historia, y sobre todo, los procesos que han sucedido en los últimos 30 años. Hay un fenómeno que se llama relevo de generaciones, y los viejos priistas que se educaron en la escuela de la Revolución ya están en el INSEN. Las nuevas generaciones en su gran mayoría está educadas con las ideas del liberalismo conservador. La máxima de esta corriente es: “El dinero es la medida de todas las cosas”. Por ello, todo mundo quiere hacer dinero sin importar los medios.
Además, el yunque y otras organizaciones semireligiosas penetraron al PRI, de tal forma, que los que hoy se llaman priistas son de membrete y nada más. Los E. U. quieren hacer en México un sistema político similar al de ellos, donde las diferencias entre el Partido Republicano y el Demócrata son de ligeros matices. Por ello, el PRI se empanizó. Desde 1998 el PAN y el PRI aplican la misma política-económica y quieren jugar al sube y baja. Aquí en Durango, el PAN ya ganó la gubernatura antes de las elecciones. El que les anda alterando el juego es Rosas Aispuro; primero en el PRI y ahora en el PAN. Ojalá no lo trituren, que cuando menos lo dejen en condiciones de que pueda caminar.
Un buen político busca aliados para tener más fuerza y poder. Pero en política, hay sumas que suman, sumas que restan, y alianzas que multiplican las fuerzas. El PRD está jugando al bobo de la película; en Durango no va a ganar más de lo que ya tiene y en un descuido hasta le quitan a Pepe Posadas. Los chuchos no han dejado de ser chuchos, pues son los mismos desde que los conocí en 1977 (y al padre de ellos, Aguilar Talamantes, desde 1964). El objetivo de ellos es obtener posiciones en las legislaturas y todo un ejército de comisionados de la SEP. En cuanto a Camacho, ha hilvanado una cadena de derrotas, que si fuera otra persona ya se hubiese dedicado a otra actividad. Su esperanza ahora es Marcelo Ebrard, Dios nos ha de ayudar; con Fox ya tuvimos un gringo de Presidente, ahora quieren ponernos un francés “y por la izquierda”. Con estos camaleones, México no necesita enemigos para dejar de ser México.
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