Por: Gabino Martínez Guzmán
Más que por el PRI, Jorge Herrera Caldera será gobernador, gracias a los partidos de oposición. Muy disciplinaditos atendiendo las órdenes del jefe de jefes, la oposición saldrá cada uno con sus candidatos. Si participaran todos con un solo candidato, podrían ganarle al PRI, con ello dejarían de recibir limosna y ahora tendrían que darla. Y eso sería tanto como ofender al eterno.
Ellos fueron creados para ser oposición y quieren seguir jugando ese rol, pues de lo contrario, no recibiría prerrogativas y sus diputados plurinominados. Ser gobierno es una responsabilidad que ni siquiera se la han imaginado. La izquierda grita en las marchas: “¡Todo el poder al pueblo!” pero lo hacen por simple imitación, no porque lo deseen. Además no están preparados, carecen de programas y no tendrían gente medianamente honesta y capaz para cubrir el personal de la administración pública. Los vagos y los cínicos harían su agosto.
Las clases medias militantes del PAN, tienen conocimientos elementales de la política y del gobierno. Pero no son políticos. Ellos tienen toda su mentalidad enfocada en los negocios, de tal forma que cuando una persona de este corte llega a un puesto de la administración pública, más que política se dedican a hacer negocios personales. No es que la corrupción los devore, desde niños los educaron para hacer negocios. El objetivo de su vida es el dinero.
Los panistas prefieren mil veces que Herrera Caldera sea gobernador antes que Gonzalo, Marcos o el Dr. José Ramón Enríquez ocupen ese lugar. Aunque estos ya sean ricos, no dejan de ser arribistas, les falta “clase”, como dirían las “pípiris nice” de la aristocracia frijolera de la localidad.
En estos momentos el PAN pasa por una de sus peores etapas políticas. El mal gobierno de Calderón le está alejando todo un caudal de votos. Eso es preocupante para los panistas y la única manera de romper esa caída, es realizar una decisión audaz y aceptar de ser necesario a un candidato que no sea de su filiación. Ya sabemos que son la primera fuerza de la oposición, pero la política calderonista los tiene contra la pared.
¿Quién puede ser esa persona? Puede ser el Lic. José Rosas Aispuro, quien no sería mal visto por la clase panista, porque es güerito, viene del PRI, de quien son primos hermanos y sobre todo, al salirse Aispuro del PRI, está fracturando a este partido, y se traería un buen número de votos priistas que están resentidos con Ismael por su política sectaria, particularmente porque Herrera Caldera jamás ha sido del PRI y ni soñaba serlo.
Si el gobernador no mandara en el PRD y PT local, podrían postular también a Rosas Aispuro, con un buen programa de gobierno de por medio, pero sobre todo con ganas de hacer ese pacto, porque los petistas son expertos en dar alientos para las alianzas y luego piden las perlas de la virgen para romper las pláticas. Claro que si el gobernador no mandara en el PRD y en el PT locales, ese pacto podría realizarse, pero como él está en condiciones de determinar una cuestión de esa índole, pues este supuesto no trasciende las fronteras de una ocurrencia.
¿Y si en vez de Aispuro toda la oposición postulara a Gonzalo? Considero que no se produciría el principal efecto que sucedería con Aispuro: La ruptura del PRI y el desprendimiento de priistas resentidos y molestos con Ismael, con Aispuro votarían sin ningún remordimiento de conciencia. El PRD, PT y el PAN solos no le llegan a la votación necesaria para ganarle al PRI. El PAN postulando a Aispuro se le puede hacer la chica, por el descontento priista hacia el “candidato priista” y por todas las personas resentidas con la política excluyente, demagógica de Ismael y por su sectarismo dentro del PRI.
En cambio, si toda la oposición postulara a Aispuro ganarían holgadamente pero el gobernador no está manco ni tullido y mientras haya en la oposición hombres con hambres viejas, fácilmente los puede comprar como si fueran cacahuates.
No hay comentarios:
Publicar un comentario