Gabino Martínez Guzmán.
AMLO podrá perder, pero él puede hacer que gane el PRI o el PAN. En estas condiciones, puede ganar perdiendo. Todo depende de que en su estrategia prevea una ruta azarosa y suficientemente flexible para cambiar de objetivo, durante el proceso electoral. Si se la juega al todo o nada, lo más probable es que no logre nada. Ya tiene la experiencia del 2006; si vuelve a caer en lo mismo, que caiga él solo, pero que no se lleve "de corbata" a la izquierda.
La lucha simultánea en dos frentes, nos coloca en una disyuntiva donde se debe analizar seriamente la coyuntura electoral del 2012: La potencialidad de las fuerzas enemigas y de la propia y sacar conclusiones, revalorar el sistema de alianzas y seguir con lupa el proceso electoral concreto y el curso de las contradicciones.
No debemos olvidar que en el 2006, el PRI tenía una fuerza política muy similar a la actual, a tal grado que Madrazo decía que el PRI ya tenía medio cuerpo en los pinos, y sin embargo terminó de colero. Hoy, Peña Nieto ya se siente presidente, pero "del plato a la boca se cae la sopa".
El Peje, a mi ver, está arrancando en condiciones muy distintas a las del 2006, y con menos fuerza; pero eso no quiere decir que durante el proceso no se modifique tal fuerza política, pero si crece, en la medida que lo haga, se irán acercando mas y mas el PRI y el PAN. Considero que si eso sucede, AMLO estaría echando al PRI a los brazos del PAN; como sucedió en el último momento del 2006, cuando el PRI apresuradamente reconoció como presidente a Calderón.
Si el PAN se viera obligado en escoger entre AMLO y el PRI, ciegamente escogería al PRI. Por su parte, si al PRI lo pusieran a escoger entre AMLO y el PAN, volvería a echarse en brazos del PAN. Mientras AMLO, si lo ponen a escoger entre el PRI y el PAN, no escogería a ninguno, porque sus "principios" no se lo permiten. [Su razón, contiene también la sinrazón].
En estas suposiciones, no deja uno de pensar, que tan ético es sacrificar la izquierda, y al pueblo pobre, por mantener incólume principios particulares. Porque con una alianza clara y pública, bien sea con el PRI o con el PAN se podrían obtener posiciones desde donde se incidiría en una distribución de la riqueza más equitativa, crear fuentes de trabajo etc. etc.
Si en el 2006, el PRI se hubiese aliado al Peje, éste hubiera ganado holgadamente. También es válida una supuesta alianza del Peje con el PRI para que ganara Roberto Madrazo. Pero como ambos son tabasqueños y enemigos acérrimos, prefirieron perder los dos, a que ganara uno de los dos.
En el 2012, presiento que el Peje no despegará, porque el pueblo le puede perdonar todo a un líder, menos que sea zacatón y en el 2006 AMLO tuvo miedo de llamar a la movilización social. El ganó y no supo defender su triunfo. Tal pareciera que no conoce al México bárbaro, que cuando se gana, hay que defender con todo lo ganado.
El Peje no lo hizo y eso no se olvida. Y con ello perdió la aureola que debe tener el líder-héroe. Sin embargo estamos con él aunque no tenga la razón.
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