Por: Gabino Martínez Guzmán
Hay una verdad del tamaño del sol. Aispuro ganó las elecciones para gobernador, le hicieron mil trampas y a pesar de ello ganó. A tal grado que tuvieron que robarse las casillas donde el PRI sabía perfectamente que siempre gana el PAN. Por favor no lo olviden Aispuro ganó.
Por siglos en este país las leyes han sido un adorno, en un conflicto gana el que disfruta de relaciones o dinero. Tenemos códigos de todos los olores y sabores, pero nada más sirven para que el mundo diga que no somos un país de salvajes, donde predomina la ley del más fuerte. Aparentamos ser un país civilizado, pero en la realidad somos un pueblo bárbaro.
Esta situación que prevalece en cuanto al derecho en general. Pero tratándose de cuestiones electorales, ahí predomina la ley de las mafias criminales, las leyes electorales las estiran como si fueran de hule; son como un mecano donde usted puede hacer la figura que quiera. Con las mismas piezas puede hacer una casita, un carrito o una figura humana. Lo que usted quiera. Pero además, tratándose del ámbito de lo político, entra usted a una atmósfera surrealista, en donde han creado un código verbal de comunicación especial, en el cual además de “palabras” se emplean hechos, actitudes, signos, etc. Ahí todo puede suceder. En política las leyes comunes valen menos que un pito de calabaza.
En estas condiciones, la decisión que emita el Tribunal Electoral del poder Judicial de la Federación, la van a decidir previamente Felipe Calderón y la presidenta del CEN del PRI. Doña Beatriz le dirá a Calderón:
̶ Déjame Durango, al fin de cuentas que su electorado no altera las estadísticas nacionales.
̶ ¿Qué me ofreces a cambio? Dirá Calderón.
̶ Te aprobamos la reforma laboral.
̶ ¡Hecho! Expresará el chaparrito.
Ya el tribunal se encargará de hacer malabarismos, con leyes, tesis y jurisprudencias para hacernos ver blanco lo que es negro. Este es el estado que guarda nuestra democracia, nos guste o no nos guste. Y tenemos este gobierno y esta democracia, porque es el gobierno y democracia que merecemos. No por cobardes o agachones. No. Son otros elementos y factores los que determinan esa situación: la pobreza y la incultura. Mientras esto no cambie, tan solo nos faltará el penacho para estar en concordancia con el estado cultural en que vivimos.
Aispuro, como hombre de leyes está en espera de lo que las leyes decidan su suerte. Que Dios lo ayude. Si Madero se hubiera atenido a las leyes electorales, todavía estarían los porfiristas en el poder. Si Obregón hubiera respetado la legalidad creada por Carranza, jamás hubiera llegado a presidente de la República. El cielo es el reino de los inocentes, pero aquí en la Tierra y en el mundo de la política, son otras leyes las que rigen, y éstas no están en ningún código. El que confunde las leyes comunes con las leyes políticas no es político, su rol es de votador y nada más. El IFE, el IEPC, así como los tribunales electorales no son más que instrumentos del poder para legitimar los fraudes electorales.
¡No lo olviden, Aispuro ganó a pesar de la traición de Gonzalo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario